En caso que Windows 7 no se convierta en un éxito por sí solo, Microsoft tiene el poder suficiente para inclinar la balanza a favor de su próximo sistema operativo.

Diario Ti: Una cosa es segura, Microsoft no experimentará la misma derrota con Windows 7, que la que tuvo con Windows Vista. Tal es la convicción de la consultora IDC, que hace referencia a algunos informes según los cuales numerosas empresas prefieren conservar Windows XP en lugar de migrar hacia el próximo sistema operativo Windows 7.
LAN Airlines (P)


IDC escribe que hay pocas razones para suponer que Windows 7 será un fracaso. Windows XP tiene actualmente más años de trayectoria que para el lanzamiento de Windows Vista, y no está tampoco en condiciones de aprovechar nuevos PC, dotados de un número mayor de procesadores y abundante RAM. Para las empresas también será cada vez más difícil aferrarse a Windows XP, sistema que ya no es comercializado, y para el cual Microsoft ya no desarrolla actualizaciones de seguridad.

En otras palabras, Microsoft tiene las herramientas para obligar a los usuarios a migrar a Windows 7, si éstos no deciden hacerlo por cuenta propia. "La realidad es que no habrá muchas alternativas a Windows 7 para las empresas", escribe el analista de IDC, Anders Elbak.

A juicio de Elbak, numerosos programas importantes serán lanzados en versiones para Windows 7. Así, aunque las empresas continúen sintiéndose satisfechas con Windows XP y sus programas actuales, en algún momento de los próximos tres años deberán cambiar a Windows 7 para tener un sistema operativo compatible con sus programas.

"Cuando las empresas también sus computadoras, éstas vendrán con Windows 7 preinstalado. Por lo tanto, tendrán un entorno mixto, en que las empresas funcionarán con Windows XP y Windows 7. Hay numerosas empresas que tienen acuerdos con Microsoft, de forma que podrán actualizar a Windows 7 gratuitamente", indica Elbak.

El analista de IDC no considera a Cloud Computing ni a los sistemas operativos basados en la redes como alternativas reales a Windows 7. "Sólo estamos en los albores de la computación en la nube, y tomará largo tiempo antes que las empresas decidan migrar a sistemas operativos basados en la nube", agrega.

Recientemente, el presidente de Microsoft, Steve Ballmer, declaró que Windows 7 no representará un incremento inmediato en las ventas de PC. IDC coincide con tal observación, agregando que se producirá un recambio natural de hardware, en la medida que sus características técnicas lo hagan necesario.

Diversas investigaciones coinciden en señalar que las empresas optarán por una actitud más bien pasiva durante el primer año, y que hacia fines de 2010 comenzarán a migrar masivamente hacia Windows 7.

Fuente Diario Ti